En un país donde la mitad de la población vive bajo la línea de la pobreza, las barreras que enfrentan los niños para obtener educación son demasiado altas. Mientras ellos pueden que ya estén luchando para abastecer sus necesidades básicas, las familias deben hacer frente a los costos de los uniformes de la escuela, materiales, transporte y el ingreso faltante del estudiante.

Como resultado, hoy en día 2 millones de niños en Guatemala, en su mayoría niñas, no van a la escuela. El sesenta por ciento de la población indígena no puede leer o escribir y uno de cada cinco niños no se graduará del sexto grado primaria.

En respuesta a la crisis de educación en su propia comunidad, un grupo de ancianos y madres de familia en la aldea remota guatemalteca de Santa Avelina, contactó a HELPS para comenzar una escuela primaria hace 20 años. Tenían un simple deseo: ‘‘Queremos una mejor vida para nuestros niños.’’

Los voluntarios de HELPS atendieron esa llamada inaugurando la Escuela Experimental William M. Botnan, una escuela primaria única en su clase donde las mejores prácticas de enseñanza respetan el idioma local y cultura.

Con maestros altamente capacitados, clases seguras, padres de familia involucrados y materiales de calidad que necesiten, los estudiantes en Santa Avelina están dominando habilidades que les ayudará a llevar a su comunidad fuera de la pobreza.